Hace unos días os hablabamos de Zorra, una gata muy sociable que fue abandonada hace un año en la zona del polígono. Unas buenas personas estuvieron alimentándola todo este tiempo y fueron los que nos avisaron de que desde hacía un mes le había salido como una costra a lo largo de todo el lomo. Cuando la recogimos vimos que lo que parecía una costra en realidad era algún tipo de pegamento industrial bastante corrosivo que le había hecho una herida enorme debajo. Tuvimos que someterla a una cirugía inicial para retirarle el pegamento y tras varias semanas hubo que volverla a intervenir para quitarle una parte de la piel que estaba en mal estado y que no estaba cicatrizando adecuadamente.

Tras un mes y medio de curas, tratamientos y cuidados Zorra ya está casi curada e incluso ha encontrado un maravilloso hogar con nuestra colaboradora y alimentadora Toñi. Además ahora tiene una nueva amiga, una preciosa gata carey con la que se lleva muy bien. Sin duda ha merecido la pena todo el esfuerzo para verla por fin en un verdadero hogar.

Zorra ha sido rebautizada por su familia adoptiva, un bonito nombre para ella, Zora.