Una vez que un gato feral es capturado se lleva a las instalaciones veterinarias donde un veterinario colegiado sigue un protocolo estándar:
- Lectura de microchip: cuando a un gato se le encuentra un microchip se intenta contactar con el propietario para su devolución.
- Examen veterinario para detectar posibles patologías y determinar si el animal es un buen candidato para la esterilización.
- Esterilización y corte de la punta de la oreja para identificarlo como esterilizado.
- Desparasitación interna frente a parásitos intestinales.
- Desparasitación externa frente a ácaros, pulgas y garrapatas mediante spray (Frontline, Effipro).
- Vacuna frente a la Rabia, Leucemia, Rinotraqueitis, Calicivirus, Panleucopenia y Chlamydophila felis.
- Identificación con microchip.
- Otros tratamientos en función del estado sanitario del animal.
Una vez esterilizados, los gatos se despiertan en un entorno cálido y confortable y se les ofrece alimento inmediatamente. Los machos permanecen en observación durante 24 horas y las hembras durante 72 horas y si no hay complicaciones son liberados en el mismo lugar donde fueron capturados. Los voluntarios alimentadores continúan observando a los animales para detectar la aparición de problemas de salud o la presencia de nuevos gatos en la zona, para que pueda aplicarse el programa CES de forma continuada.