Método C.E.S. (T.N.R.)
Desde más de 9000 años el Felis Catus, nuestro amigo gatuno, convive con nosotros en pueblos y ciudades, aportándonos compañía y múltiples beneficios ambientales. Si bien su domesticación es reciente, el gato se ha adaptado a vivir junto al hombre llegando a figurar como elemento prominente en la mitología y en leyendas de diferentes culturas, incluyendo a las civilizaciones egipcia, japonesa, china y escandinava. Su tardía domesticación hace que todavía pueda vivir en ambientes silvestres formando pequeñas colonias y relacionándose con otros gatos.
Al contrario de lo que se suele suponer, en estado salvaje y semi-salvaje el gato es un animal muy social, que llega a establecer colonias más o menos jerarquizadas, si bien una vez constituida la colonia es muy difícil que entren gatos nuevos, porque los gatos son animales muy territoriales. Por otro lado su fertilidad y tasa de reproducción es elevada, por lo que es muy fácil que una micro-colonia crezca de forma rápida hasta alcanzar el equilibrio en relación con la abundancia de alimento.
Para paliar los problemas asociados a las colonias felinas como son la superpoblación, la baja calidad de vida, las peleas entre individuos, y a la vez para obtener los beneficios que conlleva una población estable de gatos (control de plagas de roedores, reptiles e insectos entre otros), se han desarrollado a nivel mundial una serie de protocolos: protocolos TNR (Trap-Neuter-Return) en castellano CES (Captura-Esterilización-Suelta).
El método CES es el único que ha demostrado ser eficaz para controlar el crecimiento de la población de gatos sin hogar. Consiste en capturar a los gatos de una colonia callejera, esterilizarlos y volver a soltarlos en su territorio. Por lo general, a los gatos que ya han sido esterilizados se les marca con un pequeño corte en la oreja para distinguirlos de los no esterilizados. Además de la esterilización, mientras están sedados se les realiza un reconocimiento veterinario y unos cuidados básicos (limpieza de oídos, desparasitación). Pasadas 72 horas el gato es devuelto a su colonia, en la que posteriormente se les provee de alimento, abrigo y supervisión por parte de los cuidadores, que también controlan si llega algún gato nuevo.
En otros países como Estados Unidos llevan años poniendo en práctica este sistema. Está demostrado que es el mejor método para controlar las poblaciones de gatos en núcleos urbanos. Con el método CES se reducen las peleas entre los gatos y desaparecen los maullidos molestos debidos a los celos de las hembras y los olores de marcaje de los machos. Los machos no van a otras zonas en busca de hembras o comida por lo que se reducen las muertes por atropello. También se evita que haya gatitos que mueran por falta de comida o por enfermedades. Como contraposición a esta estrategia se ha tratado de erradicar las colonias bien por medio del exterminio, o bien por captura y traslado a centros masificados. El resultado es reiteradamente el mismo: la ocupación del hábitat “limpiado” por otras colonias de gatos callejeros y la proliferación de plagas.
Numerosas asociaciones y particulares se encargan de una forma totalmente altruista de controlar estas colonias. Este control consiste básicamente en proporcionarles alimentos y agua en zonas que no molesten a la vecindad, y también en ir capturando a todos los miembros de la colonia para su posterior esterilización, identificación, vacunación y chequeos veterinarios. De esta forma el número de gatos de la colonia se mantiene o incluso desciende y la calidad de vida de los gatos aumenta.